PAPEL DE LA LECTURA EN EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS BÁSICAS
Leer es una acción que supone ser competente a la hora de comprender, componer y utilizar distintos tipos de textos con intenciones comunicativas o creativas diversas. Es además fuente de placer, de descubrimiento de otros entornos, idiomas, culturas y fantasías; todo lo cual, contribuye a su vez a conservar y mejorar la competencia comunicativa.
La lectura constituye un factor fundamental para el desarrollo de las competencias básicas, por ello es importante que los alumnos adquieran la capacidad lectora propia de la competencia lingüística. Contribuye al perfeccionamiento del lenguaje y a la mejora del éxito escolar por su importancia decisiva en el aprendizaje de todas las materias de la enseñanza. En resumen, puede servir para enriquecer, preparar y dotar a los escolares de mayor competencia para afrontar la vida.
CÓMO CREAR EN NUESTROS HIJOS UNA ACTITUD POSITIVA HACIA LA LECTURA.
- Como un PROCESO LENTO
- NO como ÉXITO INMEDIATO
- NO como ÉXITO INMEDIATO
- Como PLACER, PARTICIPACIÓN
Y COMUNICACIÓN
- NO como IMPOSICIÓN NI OBLIGACIÓN, ya que se produce el efecto contrario.
- NO como IMPOSICIÓN NI OBLIGACIÓN, ya que se produce el efecto contrario.
- Como ELECCIÓN Y DISFRUTE
- NO imposición de los GUSTOS E INTERESES DE LOS ADULTOS
- NO imposición de los GUSTOS E INTERESES DE LOS ADULTOS
- Es TIEMPO Y ESFUERZO por parte DE TODOS
Podemos realizar entre otras las siguientes actividades:
· Contar cuentos e historias: es la mejor manera de iniciar a un niño en la emoción de la lectura, de hacerle comprender..., de comunicarles las posibilidades que las historias y los libros encierran. Pero es también una forma de iniciar la lectura reforzando los vínculos afectivos entre padres e hijos. Para ello:
- Cuando narremos un cuento debemos leerlo previamente nosotros.
- No tener prisa.
- Visualizar los personajes, el entorno, meternos en el cuento,…vivirlo de alguna manera.
- Establecer un clima de cercanía, relajado, tranquilo,…
- Dar expresividad a la voz, diferenciando el narrador y los distintos personajes.
- No cortar la narración, para explicar, solo contar.
- Recibir el comentario del niño, cuando lo quiera hacer.
- Tener un repertorio amplio de historias y cuentos que contar.
· Compartir lecturas, comentarlas, disfrutarlas,...sin pedirles nada a cambio, solo compartiendo con ellos la emoción de la lectura.
· Dejarles elegir los libros, es decir, no elegir libros que nosotros queramos que lean sino que sean ellos los que elijan los libros que a ellos les gusten, según sus gustos e intereses.
· Acompañarles a la biblioteca a elegirlos para llevarlos a casa,...
· Regalar libros a nuestros hijos, en los cumpleaños,...
· Tener una actitud de respeto hacia los libros, usarlos y cuidarlos.
· Darles modelos. Leer nosotros. La lectura se transmite “por contagio”. Los sermones no valen si nosotros no valoramos la lectura y lo transmitimos.
· No enviarle nunca a leer como Castigo.
CÓMO ORIENTAR LAS LECTURAS DE NUESTROS HIJOS SEGÚN LAS EDADES.
Si aceptamos que la lectura, al ser un acto personal, favorece el desarrollo de la imaginación, la formación del sentido crítico y la inteligencia entre otras cosas, entonces los libros deben responder a las necesidades psicológicas fundamentales de niños y niñas. Así, a la hora de elegir libros, debemos tener en cuenta 2 criterios:
1.- Nivel de lectura de cada niño.
Las orientaciones de edad, con las que las editoriales etiquetan sus libros no son siempre fiables. Tenemos que pensar siempre en la competencia lectora del niño que va a leerlo, es decir, cómo lee ese niño. No siempre el libro más vistoso o caro es el más adecuado. Para ajustarnos al nivel lector, podemos tener en cuenta:
- La Forma, es decir, tipo de letra (grande, pequeña,..) extensión del libro, combinación de imágenes y texto escrito (palabra, frases, párrafos, ...)
- El contenido: adaptado a sus conocimientos, vocabulario,......
2.- Preferencias e intereses del niño.
Si está ajustado a ellos su nivel de motivación será mayor.
Teniendo en cuenta estos criterios, los libros según las edades podrían ajustarse a las siguientes característica, entre otras:
1. Los dos primeros años es la denominada “edad sorpresiva”: el niño no lee, explora a través de los sentidos por lo que se recomienda libros muy manejables de plástico, con color, con sonidos, de cartón duro, de tela, lavables y muy manejables. Por tanto, son apropiados los cuentos de una sola imagen con objetos del entorno familiar.
Inmaculada T. Arroyo Rodríguez
EOEP Cañamero-Villuercas